Cinco poemas de Jorge Eliécer Gaitán. Por Flóbert Zapata

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Foto: Casa-Museo Gaitán (alcoba del prócer).

Nunca pude leer a Gaitán, nunca lo encontré, en las aldeas caldenses en que viví no existe Gaitán, se siente la prohibición. Pasé de una aldea a otra y lo mismo, Gaitán por ningún lado, fuera del ambiente. O sí, una vez, el profesor de español Javier T. ponía a sonar anualmente en sus clases un vinilo de 33 rpm con los discursos de Gaitán, para el tema de la oratoria, en la neirana Normal Nuestra Señora del Rosario,  de monjas. Pero Javier no prestaba su tesoro y tampoco pude escuchar los discursos de Gaitán. Luego llegué a Manizales y lo mismo, porque las ciudades son sumas de aldeas y las ciudades conservadoras son sumas de aldeas conservadoras. Manizales y Caldas son un 75 por ciento conservadoras, según las elecciones últimas. Recorría las librerías de nuevos y de usados buscando cosas y Gaitán nunca apareció ni en las sombras. Por esta razón casi no hay mención a los liberales, aunque un colegio se llama Alfonso López Pumarejo y existe el parque Olaya Herrera. Lo que sí se ve son alusiones conservadoras. En una casa un letrero: Fundación beato Ezequiel Moreno («No hago testamento, porque soy religioso y nada tengo […] Confieso, una vez más, que el liberalismo es pecado, enemigo fatal de la Iglesia y reinado de Jesucristo y ruina de los pueblos y naciones; y queriendo enseñar esto, aun después de muerto, deseo que en el salón donde se expone mi cadáver, y aun en el templo durante las exequias, se ponga a la vista de todos un cartel grande que diga: El liberalismo es pecado».) En los lujosos termales El Otoño una sala de conferencias con el nombre de Álvaro Uribe Vélez. Curiosamente, conseguí ayer una buena antología de la palabra de Gaitán en el propio Manizales, porque bajé a un acto, en la Feria del Libro 2015, stand de Ediciones desde abajo. La vendedora me contó que le había ofrecido la distribución de ese fondo a un importante librero y que no mostró ningún interés. Entonces me dije: El mismo mundo de cuando niño, nada ha cambiado. Una vez  Germán C. se despachó afirmando que  Gaitán era muy buen orador pero de inteligencia escasa. Invectivas así proliferan, se heredan. Como la de que el Bogotazo fue una cosa de gamines. Nada respondí porque no tenía criterio y porque mi inocencia casi no me abandona, casi no acepta que la vida está hecha de maquinaciones. Cuánto sectarismo. Gaitán era todo, era una jungiana grandeza completada en sus símbolos más fuertes. En ella su don de tensionador del sentido o poeta, tal como lo atestiguan estos fragmentos versificados de su prosa. Mucha poesía sabe ir a la política, en Gaitán la política sabe ir a la poesía.

1

Un poco de piedad sobre el labio sitibundo de los parias.

Hemos dicho piedad y nos equivocamos.

Entronicemos en la República el Sagrado Corazón de la justicia,

para que el trabajo valga

lo que hoy sólo le está permitido valer

a la haraganería de los ricos.

2

Esta lucha de insanos apetitos que las naciones demuestran,

estas impiedades diarias que ponen hielo en el corazón;

estas pugnas internacionales,

no hay para qué repetirlo,

juegos de bolsa son.

3

La felicidad humana se pierde, el Arte se olvida,

la Ciencia se abandona,

y sobre el horizonte enrojecido

claman las víctimas de un patriotismo adulterado.

En nombre de la patria se obliga a los hombres

a herir la entraña de los hombres,

olvidando que la única víctima

es esa misma patria que se invoca.

4

La decantada selección natural es hoy una mentira.

El triunfo de la selección sólo será posible

cuando por la realidad social todos los hombres

nazcan en un mismo plano económico,

y en su desarrollo encuentren iguales ayudas.

Entonces sí sabremos quiénes son los verdaderos capaces.

Con ello ganará la sociedad

y será imposible el espectáculo repulsivo

del hombre adulteradamente fuerte

triunfando sobre el mentidamente débil.

5

Rueda nuestra vida política en un mar de angustias.

Ni una bella idea, ni una noble pasión.

Luchas exiguas, personalismos concupiscentes,

rencores malsanos,

en tanto que sobre la testa agobiada de la República

florece la corona de todas las ignominias.

Y nuestras pupilas jóvenes

que soñaron refrigerarse

en la palestra de las ardientes luchas,

tan sólo encuentran

la charca insalubre de la viscosa necedad ambiente.

FUENTES

Lo de Gaitán se tomó de la obra Las ideas socialistas en Colombia, parte del  libro Gaitán (Antología de su pensamiento social y económico), de Luis Emiro Valencia, publicado en Ediciones desde abajo en abril de 2012. La cotejación puede hacerse en las páginas 195, 196,198,199 y 214. Demostrará que no se ha agregado ni una coma a las palabras de Gaitán.

Lo de Ezequiel Moreno se tomó de:

http://www.banrepcultural.org/node/32898

Bogotá,  martes 23/febrero /2016

© Flóbert Zapata abril/ 2016